Que vivificante y motivante es leer una oración para reconfortar la marcha del día a día:
Dame, Señor,
Agudeza para entender,
Capacidad para retener,
Método y facultad para aprender,
Sutileza para interpretar,
Gracia y abundancia para hablar.
Dame, Señor,
Acierto al empezar,
Dirección al progresar,
Y perfección al acabar.
Santo Tomás de Aquino
Tu fe es activa
Tú me llamas maestro y no me interrogas
Tú me llamas tu luz y no me ves
Tú me llamas la verdad y no crees en mí
Tú me lamas el camino y no me sigues
Tú me llamas la vida y no me deseas
Inscripción en la Catedral de Lubeck
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